El coche autónomo quizá represente el mayor avance de la industria automotriz desde que el primer automóvil salió de la línea de producción. Este hecho genera un gran entusiasmo entre el público en general. Sin embargo, este proceso no va a ser ni rápido ni inmediato sino que será progresivo. De hecho los expertos han definido seis niveles en la evolución de la conducción autónoma. Estos seis niveles se corresponden con seis diferentes formas de interacción entre el conductor, el automóvil y el mundo a través del cual conducen.
Esta clasificación por niveles de automatización en los vehículos se la conoce como niveles SAE porque fue la Sociedad de Ingenieros de Automoción quien la estableció
Nivel 0: Sin Automatización
Hubo un tiempo en que los coches no tenían computadoras, y en los primeros días ni siquiera tenían dirección asistida o frenos de potencia. En el nivel cero, todos los aspectos de la tarea de conducción están en manos del conductor. En estos vehículos es el ser humano el que ejecuta cada acción de conducción y dispone del control total. Los sistemas que se incluyen en el vehículo proporcionan asistencia e indicaciones.
Nivel 1: Asistencia al conductor
En este nivel, el conductor y el sistema comparten el control del vehículo . De esta forma el sistema puede ayudar al conductor con tareas como la dirección o la aceleración/desaceleración.
Algunos ejemplos son los siguientes:
- Control de crucero adaptativo; el conductor controla la dirección y el sistema automatizado controla la velocidad.
- Asistencia de estacionamiento; la dirección está automatizada mientras la velocidad está bajo control manual.
- Asistencia de mantenimiento de carril; existen ya sistemas que pueden controlar la dirección del vehículo para mantenerlo centrado en el carril. También hay sistemas que advierten al conductor para que tome medidas en caso de desviarse o que, directamente, asume el control en estos casos
La mayoría de los coches modernos están en este nivel.
Nivel 2: Automatización Parcial
En este nivel de automatización, dos o más funciones automatizadas trabajan juntas para liberar al conductor del control. El sistema automatizado toma el control total del vehículo en lo que se refiere a aceleración, frenado y dirección. El conductor debe supervisar la conducción y estar preparado para intervenir inmediatamente en cualquier momento si el sistema automatizado no responde adecuadamente. .
Los ejemplos del nivel SAE 2 incluyen el Autopilot de Tesla y el Super Cruise de General Motors.
Vemos cómo se comporta el Autopilot de Tesla. No deja de ser impresionante.
Otro sistema de este estilo es el Distronic Plus de Mercedes-Benz
Pero no solo las marcas premium disponen de este tipo de sistemas de nivel 2. Actualmente ya hay en el mercado muchos vehículos con sistemas de este nivel de conducción autónoma como los SEAT Ibiza 2017 y SEAT León 2017, el nuevo Volkswagen Golf, o el nuevo Audi A3, entre otros. Aún así las condiciones de funcionamiento de estos vehículos son bastante más limitadas. Po ejemplo, estos sistemas solo operan con unas velocidades máxima de tan solo 60 o 65 km/h.
Nivel 3: Automatización Condicional
En este nivel el conductor puede desviar su atención de forma segura de las tareas de conducción ya que el sistema está preparado para reaccionar en situaciones que requieren una respuesta inmediata. Hay un gran salto en la capacidad entre los niveles dos y tres. En este nivel 3 la IA del sistema es «conciente de sus limitaciones» y «sabe» cuando necesita ayuda humana para afrontar la situación. El conductor todavía tiene que mantener sus ojos en la carretera, preparado para intervenir dentro de un tiempo limitado cuando el vehículo lo solicite para hacerlo. Este tiempo viene especificado por el fabricante. Un ejemplo de este nivel es el piloto de atascos de tráfico del Audi A8 (AI traffic jam pilot), cuya tecnología se demuestra en este video .
Hace algún tiempo, Google paró el desarrollo de sistemas autónomos de nivel 3. La razón es sencilla, los probadores se dormían o distraían demasiado al volante. Para evitar los problemas derivados de estas situaciones decidieron no desarrollar ningún sistema que requiriese de intervención humana dando el salto al nivel 4.
Nivel 4: Alta Automatización
Los vehículos de nivel cuatro no necesitan un conductor humano. Básicamente, el vehículo puede conducir todo el tiempo, pero el conductor puede intervenir y tomar el control según sea necesario. Este nivel de automatización significa que el automóvil puede realizar todas las funciones de conducción «bajo ciertas condiciones». Los vehículos de prueba actualmente en la carretera están en esta categoría.
Actualmente el nivel 4 de autonomía es el máximo al que se ha podido llegar con la tecnología actual.
Waymo, la filial de coches autónomos de Google, está probando masivamente vehículos de nivel 4 y ya está construyendo la primera planta en el mundo que se dedicará a la fabricación de coches autónomos.
En 2018, los vehículos de Waymo alcanzaron los 12 millones de kilómetros recorridos en 25 ciudades. Además han realizado miles de millones en simulaciones informáticas, que utilizan para actualizar su software de conducción autónoma una vez por semana. Es la empresa que más lejos ha llegado en el nivel 4 de automatización, pero no la única. Las otras compañias son:
- General Motors, con su marca Cruise, es el segundo en la carrera tecnológica por la automatización. Implementa un sistema potente y estable pero, en 2017, 22 de los 27 accidentes con coches sin conductor estaba involucrada la compañía. De todas formas fueron accidentes menores y no fueron culpa de los coches de General Motors.
- Mercedes-Benz (Daimler) trabajando conjuntamente con Bosch y Nvidia ya ha alcanzado el nivel 4 de autonomía.
- Nissan
- Drive.ai
- Baidu
- Zoox
- …
Nivel 5: automatización completa
Un vehículo del nivel 5 SAE es completamente autónomo de forma que puede realizar todas las funciones de conducción en todas las condiciones. En este nivel no se requiere intervención humana de ningún tipo.
Los expertos consideran que será necesaria una década de desarrollo para alcanzar este nivel de autonomía.
Controlando el futuro
La automatización completa ya es una realidad en algunas industrias. Son modelos de automatización cerrados con un número determinado de variables que se pueden controlar. El problema es que, en las carreteras, las variables son miles y las combinaciones posibles pueden llegar a ser de millones. Sin embargo los sistemas de IA evolucionan cada día para solventar toda esa enorme cantidad de situaciones posibles y dar soluciones óptimas y seguras.
La duda es si podrá solventarlas todas como lo haría un humano. O incluso mejor si fuese posible. Un ejemplo; cuando un conductor ve una pelota atravesando la calzada… sabe que, aunque no lo vea, el niño va detrás. ¿puede un sistema de inteligencia artificial «intuir» este hecho y anticiparse a él?
DILEMAS MORALES
Hay otra duda que se puede plantear si el uso de los coches autónomos se generaliza. Pongamos un caso; Un vehículo autónomo pierde el control de sus frenos y se dirige irremediablemente hacia algunos peatones. Además hay un acantilado bordeando. El sistema de IA tiene que decidir en segundos si opta por atropellar a los peatones o salirse de la carretera hacia el acantilado con lo que es probable que acabe matando a los ocupantes del vehículo. ¿qué hace? ¿y si a un lado hay un niño y al otro dos personas mayores ¿a quien golpearía? ¿alguien se subiría a un vehículo autónomo sabiendo que priorizaría la muerte de los ocupantes antes que la de otras personas?
Este tipo de dilemas morales son todo un desafío para estos sistemas de IA. Quizá hablemos de ellos en próximos post.